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| Imagen: laprensalibre |
Mientras los sectores conservadores de Costa Rica se movilizan para tumbarse al nuevo “Programa de Estudio de Educación para la Afectividad y Sexualidad Integral” promovido por el Ministerio de Educación Pública (MEP), una mujer transgénero se convierte en la primera persona de esa comunidad en ser candidata a diputada, calentando más el ambiente político de uno de los países más conservadores de Latinoamérica, que se prepara a realizar elecciones generales en febrero 2018. Desde hace varias décadas ese país confronta una pugna político-social contra todo lo que los conservadores consideran “ideología de género”: entre 1971 y 2002 la “conducta homosexual escandalosa” fue considerada delito, y en 1990 se prohibió el ingreso al país a “toda mujer sospechosa de ser lesbiana” en un intento de impedir el congreso de mujeres lesbianas y feministas realizado ese año en Costa Rica. Entonces la pregunta que esto genera es ¿Cómo debería ser el discurso para poder implementar una política de género en un país conservador?
El tema de los derechos de las personas LGTBI y las discusiones en torno al género volvieron a dispararse desde julio pasado, cuando el MEP promovió un programa para que jóvenes del décimo año de educación tengan mayor información y sean más consientes sobre cómo vivir su sexualidad. De inmediato, sectores conservadores marcharon por las calles para mostrar su rechazo. El 3 de octubre, el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor José Rafael Quiros, expresó que el programa promueve la ideología de género, niega la diferencia natural entre hombre y mujer, desvinculándola de su diversidad biológica, y busca romper con la familia tradicional.
En ese contexto, Daya Hernandez anunció su candidatura a diputada como representante de la comunidad transgénero por el partido Vamos, creado en 2015, tras la ruptura del bipartidismo costarricense que acabó con décadas de políticas tradicionales. El discurso de Vamos aboga porque se otorguen derechos de salud e identidad a las personas trans, se respeten los derechos de las personas LGTBI y defienda los derechos de las mujeres. También está a favor de legalizar la marihuana y despenalizar el aborto, propuestas fuertemente rechazadas por los conservadores. Si gana, Daya no sería la primera representante de la comunidad LGTBI en ser congresista. Durante el periodo 2010-2014, Carmen Muñoz fue la primera diputada costarricense lesbiana. Buscó promover varios derechos para la comunidad pero con poco éxito debido al fuerte rechazo de los diputados conservadores.
Si bien Costa Rica enfrenta actualmente un fuerte debate por cuestiones de género, otros países de la región también, debido a la presión que ejercen grupos religiosos con gran poder político en sus respectivos países. Y, sin embargo, Latinoamérica es una región con alta tasa de violencia de género, señal de que se requiere educar a la ciudadanía sobre estos temas. Actualmente las minorías reconocen y reclaman sus derechos, y ya no se les puede mantener ignoradas o marginadas como antiguamente en que cualquier transgresión de género era ocultada o castigada. ¿cómo se puede lograr unión y desarrollo si no se reconocen los derechos a todos los ciudadanos? ¿Cómo debería ser el discurso para poder implementar una política de género en un país conservador? Educar a los que no quieren ser educados no parece ser la forma y esperar que los que tienen poder hagan algo tampoco ayuda. Parece que la lucha continuará aún por largo tiempo e irá creciendo en intensidad.
Ernesto Luque
Cada autor/a se hace responsable de las opiniones presentadas en sus textos.

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