![]() |
| Imagen: Economiahoy |
Según un informe de la organización civil Gesoc presentado el pasado martes en la Cámara de Diputados mexicana en el contexto de debate para la formulación del presupuesto estatal del próximo año, resalta una alarmante cifra: ocho de cada diez programas sociales en México no cumplen sus objetivos. Sólo el 10% de estos programas ha logrado un nivel de desempeño óptimo. Los gastos públicos de este sector serán reducidos debido a su ineficiencia en un contexto de reconstrucción nacional tras el terremoto sufrido el 7 de septiembre del presente año. Es decir, la ineficacia de estos programas lleva a su casi liquidación. A pesar que la cifra de programas sociales es elevada, esta no es traducida en una disminución de la pobreza sino en un gasto altísimo que cubre el 63% del Presupuesto de egresos. En otras palabras, el gasto es exorbitante pero el objetivo aún es lejano. ¿A qué se debe la incapacidad de acción de los programas sociales mexicanos?
El gobierno actual de Peña Nieto ha liderado cuatro programas: Prospera, Seguro de vida para jefas de familia, Comedores Comunitarios y Pensión para adultos mayores, los cuatro fueron evaluados en el informe mencionado. Existe un problema transversal a las cuatro iniciativas sociales del estado: la visión a corto plazo, no existen suficientes elementos para evaluar el impacto deseado a largo plazo. Es decir, los proyectos sociales no ponen atención al problema de raíz: la pobreza y la violencia.
Es pertinente esclarecer cuál es el problema de fondo: el estancamiento de las políticas públicas (programas sociales) en la estrategia de focalización, que tiene como objetivo establecer la protección social de los grupos más vulnerables como prioridad; a una construcción progresiva de redes equilibradas de actores y factores que requieren de estructuras funcionales: institucionalización, transparencia y fiscalización y la apertura a la mirada crítica de los beneficiarios (los ciudadanos). Este proceso debe partir de un análisis de la heterogeneidad social. Esto será posible a través del conocimiento de los factores económicos, sociológicos y culturales que han conllevado al contexto determinado que requiere atención estatal. Un análisis multidisciplinario es necesario.
De esta manera se infiere que el proceso de diseño, al no ser el adecuado, conlleva a que la ejecución de los programas se aleje de la realidad que pretenden atender y solucionar. El desarrollo social a través de los programas sociales debe dejar de ser entendido como una medida inmediatista de corto plazo ya que de esta manera solo se apaciguará momentáneamente el problema pero seguirá presente. La articulación estatal e institucional sí hará posible la consolidación del objetivo: una ciudadanía universal a través de la inclusión de los sectores marginados de la población. Un reto fundamental para los Estados latinoamericanos ha sido planteado mediante los programas sociales pero debe ser reformulado.
Nicole Roxe Guevara Solis
Cada autor/a se hace responsable de las opiniones presentadas en sus textos.

Comentarios
Publicar un comentario